lunes, 20 de septiembre de 2010

Para qué

“Le quisimos presentar a alguien y puso cara de asco. Lo que se pierde la boluda”, escuché por la calle mientras volvía al local con dos ¼ de helado en una bolsa. Y el asunto es que ví a mi doble en esa conversación, al menos dentro de dos semanas. Totalmente asexuada y poniendo cara de asco ante cualquier propuesta que implique la presencia de personas. Helado, engordar como vaca, charlas rápidas con frases alentadoras, nada de quilombos, nada de movimiento.
Una vez leí “No le temas al crecimiento lento. Témele a la quietud”. Entonces ahora ando por ahí horrorizada.
“Yo quería enamorarme”, pienso con tristeza mientras acomodo los almohadones de mi cama… ¿Para qué? ¿Para qué enamorarse de una planta?.
“Quiero intentarlo, quiero enamorarme” ¿Para qué? ¿Para qué enamorarme de un potus?
Y además, en caso de volverme loca por una maceta, no me la banqué. ¿Qué se puede esperar de una regadera bloqueada?

8 comentarios:

  1. Es lindo querer enamorarse, pero el amor viene cuando tiene que venir, ni antes ni después.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Son etapas Rehen, tampoco esta mal disfrutar la soledad y estar bien con uno mismo...

    ResponderEliminar
  3. IGUAL, NO ESTÁ MAL ENAMORARSE DE UNA PLANTA, O UNA REGADERA.

    UN BESO GRANDE REHÉN, TENÉS LAS PUERTAS ABIERTAS DEL BLOG.

    http://malatendida.blogspot.com :)

    ResponderEliminar
  4. Adhiero a la opinión de Marga. Cuando le llegue, ya va a ver. ¬¬

    El Profesor

    ResponderEliminar
  5. jajaja podes escribir todo lo que quieraaas! no te preocupes.

    ResponderEliminar
  6. Yo también me quiero enamorar! No sé bien para qué, por ahí porque es más divertido comer helado de a dos.

    ResponderEliminar
  7. "no es amor, no es amor, es una obsesión". fijate: respuesta + comentario (¡cómo me acostumbré a redactar promos!). por otra parte, el tema del potus como que cierra incontestablemente el debate sobre tu esquizo.

    ResponderEliminar