martes, 25 de febrero de 2014

Absurdo y fatal

En todos lados hay un absurdo. Yo conocí a uno hace cuatro años y fue fatal, terrorífico. Cada año un poco mejor, pero cada año un poco peor. Fue tan ambiguo pero tan ambiguo, que te hacía creer, por épocas, que todo valía la pena, incluso cada lágrima, cada rojo, cada vena en mi mirada. Y después, como quien empuja con el índice deslizado por el pulgar a una carta para que comience el caótico dominó, así, te tiraba todo abajo, así, con ese aire de nada.Que Dios se apiade de su alma. Yo no lo haré. Seré su maldición y no importa que él sea la maldición de alguien más en el futuro. Eso no nos acercará, no nos mantendrá en línea, ni sintonía. Creo no haberlo conocido verdaderamente. 
Quizás te encuentres con un psicópata más a menudo de lo que creés. Quizás sea el mismo con el que dormía hace cuatro meses, quizás es ese que me decía "te voy a amar toda la vida". Hay que tener cuidado con los enfermos mentales. Están en todos lados. Yo creía que estaba mal, pero este absurdo me superó realmente. No sé si podré perdonarlo, necesito perdonarlo, no quiero vivir sin perdonarlo. No quería ser su maldición. ¡Yo no quería esto! Yo quería... Yo no quería esto.
Hoy me levanté y traté de vomitarlo, pero parece que ya no queda casi nada de él en mí. ¿Por qué sigo sangrando? Mi garganta se puso rara, mi estómago estrujado y despiadado. Así es como se va mi amor por él, así lo consiguió al fin. Qué cruel. No sabía que era un hijo de puta.
Quizás te encuentres con un hijo de puta cada media hora y ni siquiera lo notes. ¡Están por todos lados! Creeme. Ya no podré confiar. ¿Qué tan patético es todo realmente? La última vez que tuvimos sexo fue patética. Para qué preguntar si las respuestas no vendrán. Una vez pregunté y se dió el lujo de venir, de entrar. Y después se fue, con ese aire de nada.
Ojalá viva mucho tiempo, y uno por uno, cada año, una vecina le arranque el corazón como a Bart. Pero que cada vez lo pisotee un poco más, y luego sí, al tacho. Ojalá ya no pueda llorar, ni una sola vez. Ojalá día por medio le sangre el ojo izquierdo. Ojalá vaya a misa. Ojalá se pierda más, más de lo que está. Mentí cuando le deseé un buen año. Ojalá no vuelva a flotar, ni a tocar la arena. Ojalá el porro se le queme en los labios y le quede una marca negra con forma de "O"... Ojalá el cirujano no consiga turno jamás.
Furiosa no es la palabra, ni siquiera triste ni decepcionada. Es tan vacío ese absurdo que me dejó sin palabras. La gorda seguro le aplastó un pulmón pero él se la cogió igual. Ojalá sus fluidos genitales se transformen en lava cada vez. Es probable que no vaya a tener una buena erección en años. Pobre, que Dios se apiade de su miembro.
Cuidado con lo que desea, señor absurdo, porque se le puede cumplir... Hay que alejarse de seres como usted. Cuanto antes ¡Apenas los detecten! ¡Corran!
No me duele su hermoso rostro ya. Me duele su despiadada crueldad, el tupé. Me duele haber estado TAN equivocada. Ojalá se lo trague un agujero negro y tenga que penar por toda la eternidad repitiendo en susurros mi nombre, mi edad, mis gustos en la intimidad. El momento exacto en que se equivocó, el momento en que cometió el error garrafal de su absurda vida. Aunque más que vivo, él se parecía más a la muerte. Ojalá le crezcan más pelos en los hombros y el pecho (lo detesta). Ojalá los puntos negros de su perfecta nariz se conviertan en pequeños duendes malditos que por las noches le corten la ropa y los zapatos, y le deformen la nariz un poco más cada noche.
No lo odio. Pero lo amé demasiado. Le dije "Pelotudo", y él siguió diciéndome que me extrañaba: "Te extraño", "Extraño las galletitas, aunque no es lo único", dijo. Lo de pelotudo se lo dije en serio.

No lo odio, pero ya no lo amo. No cabe en mi ser, amar a un absurdo tan cruel.


viernes, 1 de noviembre de 2013

Yo te pido un favor, que no me dejes caer

Tu amor abrió una herida porque todo lo que te hace bien, siempre te hace mal 
Tu amor cambió mi vida como un rayo para siempre, para lo que fue y será (lo que fue y será)


Me escapé hacia otra ciudad y no sirvió de nada porque todo el tiempo estabas dando vueltas y más vueltas...

Yo te pido un favor, que no me dejes caer.


Tratame

Vamos juntos a buscar una salida.


Es que son las cosas del corazón.
Ya ves, el tiempo pasó y el mundo se nos vino encima.
Intentarlo no es en vano.
Es la llave de nuestro amor.


domingo, 30 de junio de 2013

Post-it

Yo escribí "Hoy me levanté triste sin ilusiones". Él tiró al tacho el post-it y escribió "Hoy te levantaste con amor y feliz". No puedo refutar eso porque él me da amor y me hace feliz.

sábado, 11 de mayo de 2013

Artesanal

Cuando se habla de trabajo artesanal o que un objeto es artesanal, en general se le da un tono soberbio, como si aclarando que ·tal objeto es artesanal, el valor fuera supremo y como si ignorarlo fuera un pecado mortal. Pero en el día a día, ¿esto realmente es así? ¿Realmente se le da el valor que merece el trabajo artesanal? Muchos de esos trabajos son impecables (y a estos me voy a referir todo el tiempo), y además, tienen el plus de ser creados con el alma, con los sueños, con el corazón. El dilema empieza cuando a la hora de dar un precio, el cliente se disgusta y hasta menosprecia el objeto en cuestión. Es innegable que la indumentaria artesanal es hermosa y exclusiva, pero tildan de "caro" a las prendas, tomando de referencia la ropa que fabrican seriadamente para cualquier local de barrio o shopping, sin tener en cuenta que detrás de ese vestido único, hay alguien único y no una máquina. Ese alguien puso no sólo su tiempo, sus telas y su dinero, sino, toda su creatividad, distinción y amor. Qué raro hablar de amor en estas cuestiones, pero es lo que mueve a los artesanos, siempre. Amor por hacer eso que están haciendo. Un condimento que le falta al proceso seriado en los talleres de costura o las jugueterías. Como artesana me di cuenta tempranamente que no hay que regalar el trabajo manual. Para ello, primero hay que valorarlo, decir "Ey, esto es una pieza irrepetible y única, que llevó tiempo y el movimiento de mis manos". Primero nos tenemos que valorar, luego valorar el tiempo, la dedicación y el talento (si no tenés talento, bueno, no sé, ahí hay que replantear un par de cosas) que pusimos a nuestra pieza artesanal. Sí, porque primero fue nuestra, la creamos. De la nada, con un par de materiales (y algo donde apoyarse) creamos algo, bello, único, con ese toque humano que no debe ser minimizado. Valoremos nuestro trabajo. Quizás no conseguiremos "tal" venta pero es preferible perder una venta antes que perderse a uno mismo. Mi teoría (si, tengo una teoría sobre estas cosas) es que si a alguien no le gusta el precio que le estás pasando, esa persona, es sólo una. En el país hay unos millones más que sí valorarían tu trabajo y su calidad. Es sólo cuestión de encontrarlas o que ellas te encuentren. NO REGALEMOS NUESTRO TRABAJO ARTESANAL.